De hecho, el departamento de calidad garantiza que las tallas sean perfectas. Igual que en los zapatos, saber el formato de talla del vendedor y convertirlo a nuestra talla habitual no es la mejor opción: a veces es difícil interpretar qué tallaje utiliza el vendedor, puede ser que el patronaje de sus tallas sea diferente del de tu talla habitual y en caso de problemas en las disputas nos será difícil conseguir pruebas de que el vendedor se ha equivocado, porque lo que mandan son las medidas.